27 oct 2010

Esclavas en red



REVISTA 23.
14-10-2010 /  Especialistas y víctimas revelan cómo opera el tráfico sexual. Un caso testigo: Florencia Penacchi, cinco años de misterios y sospechas.

Por Tomás Eliaschev

En el último año y medio, 700 mujeres, adolescentes y niñas fueron sometidas a esclavitud sexual en el país y se estima que, en total, hay 60 mil mujeres atrapadas en whiskerías. Según las organizaciones de la sociedad civil, los proxenetas pagan tres mil dólares por adueñarse de las víctimas que, luego, atenderán a un “cliente” cada veinte minutos. El 70 por ciento de mujeres y niñas en esa situación son argentinas (de las que el 90 por ciento proviene del noreste), mientras que el 30 por ciento restante son extranjeras, sobre todo paraguayas, peruanas, bolivianas, colombianas, dominicanas y ucranianas. En el mundo, este negocio mueve 32 mil millones de dólares anuales. La lucha contra las redes de trata fue uno de los temas principales del XXV Encuentro Nacional de Mujeres que se realizó entre el 9 y el 11 de octubre en Paraná, al que asistieron más de 30 mil participantes. La problemática también preocupa al Ministerio Público Fiscal de la Nación , que firmó un convenio con el Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales y Sociales para mejorar las capacidades de investigación y persecución de los delitos de trata y explotación sexual. El silencio apenas empieza a romperse, pero según denuncian las organizaciones no gubernamentales no hay avances significativos.

Uno de los casos emblemáticos es el de Florencia Penacchi, desaparecida hace cinco años. El 21 de septiembre cumplió 28 años y Pedro, su hermano, reclamó su aparición con vida. Dice que la investigación no avanza porque “la policía es cómplice o sus integrantes unos inútiles. En las redes está medio mundo prendido y la Justicia no funciona”. Lo dice mientras recibe un volante que promociona chicas. “Esto demuestra la impunidad con la que se manejan”, se queja.

Si bien la Procuración General de la Nación creó la Unidad Fiscal de Asistencia en Secuestros Extorsivos y Trata de Personas de la Procuración de la Nación (UFASE) y recomendó investigar y clausurar las whiskerías, el negocio se hace a vistas de toda la sociedad.

Florencia, oriunda de Neuquén, desapareció en la madrugada del 16 de marzo de 2002. Meses más tarde se supo, por las llamadas registradas en su celular, que había ido a comprar cocaína a Confusión, un boliche ubicado en la esquina de Costa Rica y Scalabrini Ortiz del barrio de Palermo. Nunca más se supo de ella. La principal línea investigativa es que fue “chupada” por las redes de trata. Sin embargo, el dealer (proveedor) no fue llamado a declarar. Susana Trimarco, madre de Marita Verón, otra víctima, asegura que “en la causa que investiga el fiscal Marcelo Retes, hay testimonios de dos jóvenes rescatadas que indican que Florencia fue vista en prostíbulos de diversas provincias del país”.

Las amigas de Florencia formaron la organización “Sin Cautivas” y señalan que “un agente de la Policía Federal que intervino desde el principio en la investigación está denunciado por su presunta participación en redes de trata y prostitución”. Se refieren al comisario inspector Jorge Cipolla, máxima autoridad de la División Trata de Personas, quien fue denunciado ante el juez federal Ariel Lijo por Nancy Miño Velázquez, auxiliar de la Policía Federal en esa división. Según Miño Velázquez, quien se infiltró encubierta en las redes de explotación sexual, Cipolla sería el responsable del cobro de coimas para dar libertad de acción a tratantes y regentes de prostíbulos de la Capital Federal y de la provincia de Buenos Aires.

Las mujeres congregadas en Paraná emitieron un documento señalando que en Entre Ríos hay un solo procesado por este delito, a pesar de que la ruta 14, que atraviesa la provincia, es conocida como “la ruta de la trata”, y de que Entre Ríos es considerada zona de ablande de las mujeres que son sometidas a la esclavitud sexual. “El 90 por ciento de las víctimas de las redes de trata provienen de nuestra región –detallaron–. Santa Fe, Mendoza y Entre Ríos son las provincias de donde provienen los proxenetas más importantes que envían a las mujeres a cabarets de todo el país.” En la provincia, además, “hay habilitadas 101 whiskerías, donde mujeres como Marta Rodríguez encuentran en la muerte la única salida. Hace seis años Fernanda Aguirre fue secuestrada en la ciudad de San Benito; su madre, María Inés Cabrol, murió este año sin saber qué pasó con su hija”. Marta Rodríguez era misionera, tenía 26 años y apareció “suicidada” el año pasado.

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http://www.elargentino.com/nota-110237-medios-120-Esclavas-en-red.html

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